martes, 4 de mayo de 2010

terminó el FIESTITERES


Terminó por fin el FIESTITERES, digo por fin pues a pesar de que el festival cerró la semana pasada, todavía nos quedaban compromisdos para cubrir los gastos que demanda realizar el festival. Motivos para festejar no nos faltan, tuvimos la participación de amigos de Cochabamba como Elwaky y Trapitos y Botones; y la participación de la compañía Argentina La quimera (que quedó encantada con Bolivia y sus propuestas en títeres); los trabajos presentados cumplieron las espectativas del público, de los ¿auspiciantes? (ja, ja, ja, ja me río pa’ no llorar) y de nosotros como anfitriones.
Nos sorprende mucho el modo en que el teatro de títeres está creciendo en Bolivia, Las producciones “Choloman y el pirata” y la adaptación del cuento “La muela del diablo” demostraron que hacer teatro de títeres con compromiso y amor en Bolivia es un fin posible, el respeto y el cariño que demuestran las compañías es indiscutible y admirable. Gracias amigos por apoyar este evento, sin ustedes sería imposible.
Por su parte el trabajo de Eleonora castel de la Quimera fue un respiro nuevo dentro del espectro de técnicas que solemos trabajar y ver en Bolivia, con un trabajo sencillo e impecable La quimera nos llevó por planos de la imagen estudiados y cuidados; el concepto escenografico cumplia con el rol de servir para algo en la escena y no formar parte de un decorado pintoresco. Una vez más agradecemos a todos por apoyar este evento.
Casualmente, y por la desgracia de no haber podido contar con la presencia de los amigos entrañables de Concolorcorvo del Perú (por motivos que escapaban de las manos de organizadores e invitados); el festival se transformó en un festival de mujeres (excepto por quien escribe), cosa que nos permitió pensar en un encuentro de mujeres titiriteras en Bolivia, donde también puedan estar presentes mujeres de Latinoamérica, sueños a largo plazo que esperemos se cumplan aquí o en otro lugar del país.
Por otro lado, el corto tiempo de estadía de los grupos, nos dio la posibilidad de debatir sobre la realidad del teatro de títeres en Bolivia, y compartir oponiones que en muchos casos no fueron compartidas y además (gracias a la paciencia y buena voluntad de los participantes) tuvieron la desgracia de escuchar los improperios y descortesías propias de un intolerante de mi envergadura (por esto mil disculpas), por suerte las sentencias poco atinadas fueron aplacadas por los argumentos irrefutables de las compañeras (muchachas de Elwaky, me dejaron pensando, eso es bueno)
Hasta aquí lo positivo.
Lo negativo ya lo conocemos, empresas e instituciones con palabras que no se cumplen, un gran sentimiento de sentirnos abusados, unidades educativas con muy poca educación, paternalismo estatal sin fines sustentables, etc, etc, etc, motivo de un extenso mail que seguramente aburriría a todos. De todos modos, Maricel y yo nos quedamos con la sensación de haber cumplido con nuestros compañeros, mantener nuestra palabra y tener la seguridad de que se fueron del festival muy contentos, deseamos que así sea, si no lo fue, pues entonces esperamos sugerencias que nos ayuden a mejorar, sabenmos que si viene de su parte nunca tendrá malas intenciones.